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Aparatología y Cosmética Profesional

¿Por qué no todos los geles son aptos para aparatología? (y cómo elegir el adecuado)

Geles para aparatología: cómo elegir el correcto

En el mundo del cuidado profesional, hasta los geles para aparatología que se aplican puede marcar la diferencia entre un tratamiento eficaz o una experiencia decepcionante.
No todos los geles para aparatología son iguales; elegir el incorrecto puede afectar la transmisión de la energía, el confort del cliente o incluso dañar el equipo. Aquí te contamos por qué y cómo elegir bien.

Por qué importa elegir el gel correcto

  1. Transmisión de energía efectiva
    Para que aparatos como cavitación, ultrasonido o radiofrecuencia funcionen bien, el gel debe facilitar la óptima conducción de ondas, evitando la presencia de aire entre el aplicador y la piel. Un buen gel acuoso soluciona este problema.
  2. Composición adecuada: hidrogeles vs. sustancias oleosas
    Un gel apto debe ser hidrosoluble, no graso, incoloro, no corrosivo y sin residuos, como explica el manual de uso médico estándar. Aceites o lociones oleosas pueden dañar los cabezales o interferir con el equipo.
  3. Formato óptimo: viscosidad, pH y estabilidad
    Los hidrogeles deben presentar la viscosidad adecuada para mantenerse sobre la piel sin escurrirse, además de mantener su consistencia durante el tratamiento. El pH ideal ronda entre 5.5 y 7, compatible con la piel para evitar irritaciones
  4. Ingredientes seguros y beneficios adicionales
    Los mejores geles incluyen ingredientes como aloe vera o glicerina para aportar hidratación, propiedades calmantes y mayor confort. También pueden ser antibacteriales o beneficiosos para la piel.
  5. Protección y resultados superiores
    Un buen gel protege la piel de exceso de calor o fricción, mejora la transmisión de energía y permite que el tratamiento sea más efectivo y cómodo.
Riesgos de usar geles inadecuados

Tipo de gel inadecuado

Problemas comunes

Aceites o productos oleosos

Dañan aparatos, ofrecen mala conducción

Geles muy líquidos o que se secan

Pierden contacto y eficacia

Geles con pH desequilibrado o irritantes

Provocan reacciones cutáneas

Geles sin conductividad adecuada

Disminuyen resultados del tratamiento

El gel no es solo un medio de contacto: es un componente clave que potencia la eficacia, seguridad y experiencia del tratamiento. Usar un hidrogel de calidad, con buena conductividad, pH equilibrado y componentes amigables con la piel, es una inversión que mejora resultados y protege tu equipo.

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